
Amrop Centroamérica y Caribe
Tener “sillas digitales” en el directorio, un pasaporte de supervivencia para las empresas
Cuando hablamos de diversidad en directorios, generalmente nos referimos a mejorar la representación femenina en la gobernanza. Sin embargo, hay mucha más diversidad para honrar y, una de ellas es crucial para estos tiempos: la diversidad digital. Estamos atravesando la cuarta revolución industrial y, como en las tres anteriores, la actual está modificando todo: los modelos educativos, las costumbres sociales, cómo y dónde vivimos, cómo trabajamos, las empresas, la producción de bienes y servicios, el ADN del talento y mucho más.
Vemos que los directorios de empresas que no nacieron digitales están teniendo dificultades en cuanto a ser proactivos ante esta revolución. Ello ocurre por diversas razones, como la falta de anticipación ante una digitalización que no hace más que acelerarse, y el hecho de intentar resolverla con los mecanismos habituales y desde un paradigma predigital instalado en la gran mayoría de sus integrantes.
En este momento es más baja, en estos organismos, la representatividad digital que la representatividad femenina. Según un estudio global realizado en 2016, en las empresas preexistentes a la era digital solo el 6% de los miembros contaba con competencias digitales. Ese índice se está incrementando, pero el nivel es aún muy insuficiente.
La escasez digital hace que los directorios no reflexionen lo suficiente sobre cómo la digitalización podría transformar el modelo de negocio, ni que propicien e incentiven el desarrollo sostenido del talento digital en los cuadros ejecutivos. Priman los negocios tradicionales por sobre los beneficios de la transformación digital y su posible sustentabilidad.
La introducción de diversidad en una organización, bien gestionada, trae mayor innovación. En un directorio, la diversidad digital no solo propicia mayor creatividad, sino que en la mayoría de los casos es el pasaporte de supervivencia. Y, si nos detenemos dos minutos, advertimos que ya estamos en la mitad del río de esta enorme revolución digital, incluso en los países de nuestra región de América Latina.
Está presente en todo lo que hacemos y en todo el ciclo de nuestra vida. Es entonces primordial que los directorios incorporen, en su integración y comportamiento, este paradigma. Para seguir creciendo, aportando valor en las diferentes comunidades en las que influyen, inspirando y garantizando su transformación y sustentabilidad hacia el futuro.
Autora: Clarisa Vittone, Socia, Amrop Argentina.